Con esta entrada queda finiquitado el blog.
Hace exactamente un año comencé el experimento (influenciado por la Piedra de Sol de Octavio Paz) de escribir un verso al día durante un año. La idea originaria consistía solo en nombrar un objeto o una acción o una persona en cada verso que resumiera o encerrarse la impresión más importante que ese día y que reflejara un proceso cíclico que abarcase todo lo conocido y experimentado. No ha sido posible: desde el principio se posicionó en lo personal, en lo privado, en los deseos, etcétera y ha quedado más bien algo parecido a un diario no de los acontecimientos sino de las sensaciones que dirigían mis sentimientos y mi modo de interpretar y relacionarme con el entorno.
Imagino que no tendrá interés para nadie más allá del cotilleo, y para mí no tiene más importancia que poder recordar fácilmente algo que sentí, por ejemplo, el 14 de octubre de 2014 o el 3 de enero del 2015 y recuperarlo como si fuese un archivo.
En principio, la gracia consistía en utilizar los versos (o las ideas) escritas durante un año, elaborarlo posteriormente y componer algo decente con este material, pero lo voy a dejar aquí tal cuál ha sido escrito.
Comienza el 13 de febrero de 2014 y termina el mismo día de un año después, curiosamente (lamentablemente) en el mismo lugar y en la misma situación en la que empezó a escribirse. Cada verso es un día, así el segundo verso corresponde al 14 de febrero, etcétera. En la práctica no resultó, así que algunos conjuntos de versos corresponden a una impresión retenida durante varios días en los que la pereza y las rutinas no me dejaron escribir:
Da un poco de vértigo repasarlo ahora y percibir que es más corto, incompleto y repetitivo de lo que uno quisiera.
Aquí lo dejo:
13/02/2014
13 de Febrero 2014
Quiero
terminar y empiezo
en una
barriada que se deforma
(te recordé
delante de una verja rota
¿qué tienes
escondido en las manos detrás de la espalda?
¿Por qué no
puedo tenerlo yo?).
Una piedra,
la fortaleza:
no llegan
héroes a esta playa,
llega una
mujer con un abrigo rojo:
el
fracaso, el fracaso, el fracaso.
La mujer del
abrigo aparece de nuevo
y ya nunca volveré
a verla,
aún así, recuerdo
la expresión de su cara (otra cara diferente).
Al sol hace
calor, a la sombra frío:
por primera
vez, los pies desnudos sobre las rocas,
de nuevo, el
mediterráneo más frío de lo esperado:
he regresado
a casa, humillado y triste.
Marzo 2014
Todo está
como cuando me fui, la memoria permanece,
nos
despedidos y te dejé en manos de un desconocido
au
revoir, au revoir: no volveremos a vernos.
demasiado tiempo, demasiado tiempo,
demasiado tiempo
Alguien me
miraba desde el otro lado de la calle…
Entonces,
comienza o permanece o regresa a como era antes
espero, espero, espero, espero
y me dejo
aturdir por un presentimiento:
¿Debo seguir en esta posición? ¿Debería
intentarlo?
¿Qué hacías
en la estación al terminar el día?
Lo veo claro
como una nube: ¡ha desaparecido!
Y
sorprendentemente estoy contento:
El sol es
negro, un nuevo día amanece, etcétera.
De nuevo, los
dos ojos de la noche (el recuerdo)
se alejan,
se alejan
el remordimiento, la falta de rutinas…
La
imaginación puede ser un acto,
una
transformación ilumínica.
No. Me han
despertado:
escucho una
canción
y cualquier amago
de sentimentalismo es algo
desactualizado…
No lo
recuerdo, por lo tanto no tiene importancia,
o tiene una
importancia relativa (decisiva)
no en la
frustración, sino en el comportamiento.
Una figura
parecida a la tuya abrazada a un hombre
recorre el
paseo marítimo y se suicidan.
La temperatura cada día más fría
anuncia un
futuro inmediato de lluvias
bajo otra de
tus formas: me has saludado
¿Por qué
solo algunos rostros permanecen?
Abril 2014
Por qué
solamente por un tiempo…
Pero no ha
sucedido nada
y he de decir
que cada día está más lejos.
Un desierto,
unas dunas y gente sonriendo
(siempre la
última imagen de mis sueños):
la playa
como un elemento recurrente,
el sol cada
día más cálido
y la química
como un humo:
hace tiempo,
este mismo día…
Esperaba
algo que aún no ha ocurrido
caribis caribis caribis
el secreto
de la trashumancia.
Fue como un
golpe: era preciso encontrarse de nuevo:
el fantasma
me dio un abrazo gélido:
pero hacía
sol, hacía mucho sol y viento.
La realidad
de la imaginación
es más
profundamente cierta
en el desespero
del alcohol,
en la
desintegración evolutiva
de beber y
dejarse arrastrar
hasta
ciertos límites.
El silencio
como un modo justificar el tiempo:
va a ocurrir
algo que no percibirá cualquiera,
un cambio
pequeño en lo que llamamos firmamento
pero por lo
demás, lo externo permanece
ocultándolo,
transformándolo:
tu piel negra,
los destellos entre tu pelo detrás de tu silueta:
no ocurrió y
sucedió simétricamente:
también fue
imaginado.
Mayo 2014
Una idea va
creciendo.
No es una
idea, es una realidad incognoscible:
la
representación de los destellos permanece:
dos ojos blancos
que se abrieron en un pasillo oscuro.
No es solo
un recuerdo, es algo
que crece y
se transforma
y transforma
su entorno:
hace calor
como si fuese verano
y el agua
por fin no está fría.
No es posible
recordar cada día ni cada hora,
solo las
impresiones y sueños.
La espera no
es una realización autoconsciente
mañana, mañana, mañana.
Luna llena
en escorpio:
su aparición
señalaba el tiempo de recolección de los egipcios
¿estabas con dos amigos verdad?
Y en cierto
sentido tú también eres egipcia
y posiblemente
también escorpio.
Quizás sus
consecuencias negativas
no son tan
evidentes:
algo perderé
y algo ganaré, pero no sabré cómo comportarme.
Una nube se
acerca
es como en
un sueño que se repite
en el que la
gente huye de la playa
y yo quiero quedarme, pero sé que no puedo.
El viento lo
ha deshecho todo
y ha acercado
algo hermoso hasta la orilla.
Un expresión
que descifro
y que no
importa más que por su presencia:
la
consciencia de su existencia
en lo eterno
de la no existencia:
pasa el tiempo, pasa el tiempo, el
verano: lo prometido.
Junio 2014
El presente
es un espejismo
porque se
experimenta en la inconsciencia,
lo imaginado
es verdadero porque conduce al recuerdo
(la
experiencia no vivida
de la que
nada se aprende).
Tu pelo
rizado (una bonita sonrisa)
aparece más
salvajemente:
ha
desterrado al culpable, es como un castigo.
Sol que se
apaga lentamente,
el retorno a
lo sagrado del tiempo libre.
La arena
caliente, el sol entre el viento aún frío.
Escenarios y
paisajes compartidos,
eternamente.
Este camino
lo has recorrido. Una vez, aquí, nos encontramos.
me saludó, me saludó, me saludó.
El recuerdo
existía cercano.
Está
escalera la has recorrido.
Hemos tocado
la misma barandilla:
la pérdida y
lo imposible imaginado.
La
actualmente distinta posición del sol respecto a la tierra
provoca una
sensación existencialmente diferente:
el cuerpo
tarda en acostumbrarse
así como a
acostumbrarse a la humedad del césped sobre la espalda:
la vida es
un recuerdo:
dónde uno
dormía hace tiempo
ahora duerme
otro. También la perspectiva temporal
que algunas
gentes aprovechan mejor que otros.
Entender más
profundamente conceptos
que hablan
sobre la lluvia y las gaviotas.
También
sobre los cuervos.
Julio 2014
Y sobre la
presencia intermitente o ausencia del sol.
También el
viento y la sensación de vivir en un puerto,
que es otro
lugar diferente
al que has
vivido siempre y dónde vives ahora,
un lugar
situado no en el espacio sino en el tiempo
y meter los
pies en el agua
notando
espiritualmente el frío
atlántico de
una corriente siberiana,
provocando
que lo pasado, lo presente y lo futuro
se confundan
o incluso se olviden,
aunque
borrando la imagen que provocó el agujero
y continúe lo que da forma y color al
pensamiento:
todo tiene
un orden en el que una pieza no se contempla,
pero cuando
llegaste empezó a llover,
había pasado
mucho tiempo, como para no recordar el sonido de la flauta
o del viento
colándose entre las rocas de Dún Aonghasa.
El sol
vuelve a manifestarse (y yo respecto a él)
en una
posición reconocible, al mismo tiempo que aburrida
(dile adiós
a la humedad donde nadan las gaviotas)
y ahora los
dos ojos que se abren regresan como un fantasma.
Como algo
que no me está permitido
o una gran
vergüenza.
Mi educación
me lo prohíbe: no volverás a verme.
En cambio,
recuerdo que me cogiste de la mano
bajo la forma
de otro cuerpo, dos manifestaciones de la misma cosa,
y que la
vida podría haber estado bien
Pero aquí no se hablan de cosas tristes,
repetías,
a pesar de
decirlo bajando la mirada.
El mundo ha
terminado: todo lo que venga estará bien.
porque al
final conseguí no dejar huellas
al caminar por
la orilla de la playa.
Agosto 2014
Incluso con
mis pies llenos de heridas,
y el frío
atlántico (aún no mediterráneo)
ocupando mi
cabeza,
una
presencia, que es algo que no está,
el no-ser aplicado
a un espacio o una rutina,
que es algo
que no existe pero dificulta el paso,
es solamente
un recuerdo.
Te dije que no me hablaras así,
que no volvieras aponer todo el peso de la culpa
sobre mí.
Las
emociones que no pueden contenerse
a veces son
síntomas de locura,
o al menos
un loco no sabe controlar sus emociones.
Miedo a una
habitación cerrada.
Luz de neón
verde y roja y sabor de cerveza.
El miedo
como un ser vivo que es un recuerdo:
algo que
debe pasar pero que no ocurrirá nunca.
No sé quien
habló sobre el puente,
pero es una
metáfora ridícula y por eso me complazco en repetirla:
bienvenido al
mundo del ocio: ella ha desaparecido
en la
economía, en la empresa, en el trabajo:
algo eterno
que no es fácil de encontrar (aquí en la tierra).
La red ha
amanecido llena de basura.
El azul es
más azul y el verde más verde.
La piedra o
la flor extraña que absorbe la energía
ha
convertido todo lo que quiero en silencio,
en un ruido
y una esperanza que perturba el ambiente:
una chica atractiva
ha salido del agua.
Un objeto
que vive para ser mañana.
Septiembre
2014
Cada percepción se transforma en una masa homogénea:
hay
corrientes en todas las direcciones
y no existe
una posibilidad delimitada.
De nuevo, no
estaba.
Los dos ojos
negros de la noche que ahora son una cursi mitología,
pero
desconozco si algo fuera existe que justifique lo de dentro:
agarro en la
mano una piedra seca.
Es áspera y
no pesa.
El tablero
es un laberinto,
está escondida, está escondida, está
escondida.
Por primera vez
el frío en esta tierra
No hay señales,
solo las manos cansadas
y un poco de
suciedad en las uñas.
La luz
molesta como a veces la oscuridad.
No ha ocurrido nada. No ha ocurrido nada. No
ha ocurrido nada.
La seguridad
(garantía) de un futuro encuentro
contradice
la vivencia de que solo será una imagen.
Una imagen y
una tensión que se acerca y se aleja:
El máximo
contraste entre la pervivencia
y una
manifestación plena en la superficie,
no en lo
captado no por la intuición, sino por los sentidos.
Primero pasé
y no estaba, luego me giré y su cara miraba en otra dirección.
Una
representación de su imagen (su presencia)
que no es
ella, como un brazo que se extiende
no solo en
un espacio, en el plano y la consciencia.
La playa
como el agua de leteo. Y siempre la posibilidad abierta.
la presencia
de algo que termina
Octubre 2015
o de algo
que ocurrirá o no ocurrirá nunca.
El tiempo de
las primeras lluvias
y la
temperatura del mar cada vez más fría,
pero también
de un calor, en cierto sentido incomprensible:
algo que te sucederá
y que puede ser un encuentro
o una
separación definitiva: algo descubierto.
Te veré pronto. Te veré pronto. Te veré
pronto.
O no volveremos a vernos no volveremos a
vernos no volveremos a vernos
Percibí cierta
timidez en ella cuando yo aparecía,
pero ¿puede
ocurrir que me veas sin que yo lo sepa?
Dio un paso
atrás en la naturaleza,
la música
durmió a la bestia, tuvo una tarde tranquila,
eres sincero, eres demasiado sincero
no dices la verdad nunca.
(este día no
ha existido).
Un recuerdo
de hace treinta años:
una silueta
oscura saliendo del agua
me
acompañara durante una temporada.
Abrí los
ojos y empezó todo de nuevo
pero nunca
fue tan larga la noche.
Una puerta
se cierra, algo hace daño.
La salud
emocional reflejada en la yagas de la boca.
¿Es posible
que ella me vea sin que yo lo sepa?
Es la única
existencia aparte de mí,
la he visto
y sé que continua viva,
pero a veces
su reflejo no puede verse.
Estos días
del pasado futuro,
pero todo
será una predicción
de lo que ha
sido o de lo que no puede suceder.
Y el futuro
una comprobación del pasado:
te sentaste
a mi lado sin saber quién era yo el día, precisamente, de los difuntos.
Noviembre
2014
Ahora las
nubes cambian de color,
y la percepción
de que algo está roto se agudiza
al mismo
tiempo que anochece cada día más temprano,
dejando
constancia del paso del tiempo (también sobre ella)
percibido
con cierto desagrado, no por el tiempo que queda,
sino por una
insatisfacción presente.
Responder
preguntas con cierta apatía,
y su figura
me hizo no derrumbarme
también
recuperar cierta inseguridad en mi mismo
que me
permita esconderme
y esperar a
que todos pasen primero.
Cinco luces
en círculo me ciegan, cierro los ojos.
Un agujero en el labio por donde mi cuerpo se
invierte.
El
transcurso de la existencia desde el pensamiento
puede no ser
solo tiempo perdido.
El primer
acercamiento al frío inaugura el fin de esta experiencia.
Te saludé,
era tu cumpleaños y no me respondiste.
Por la
mañana dormí más de la cuenta,
el cansancio
y la falta de sueño, añadiéndole cierta desgana,
(incluso el
no tener nada qué hacer) son síntoma de que algo no marcha como debería:
no solo hay
una época para el abatimiento.
Algo ha
ocurrido donde yo no estaba (pero estaré)
y en algún
momento: un agujero en mi labio.
Y una imagen
o algo a lo que agarrarse
que podría
definir qué es verdadero y qué falso
o qué podría
ocurrir o qué no ocurrirá nunca:
te sentaste
un día a mi lado, pero no tuvo consecuencias
y todo se
resume en lo que no debería haber hecho
o a donde no
debería haber ido:
pensaba que
no te volvería a ver.
Diciembre
2015
Me encontré
a mis tíos y no me reconocieron,
por un momento
ayer fui un fantasma.
La pantalla
iluminada en la oscuridad.
Ver las
nubes desde la ventana
y también el
sol que reaparece
cara a cara
frente a las hermanas gemelas
que
simbolizan el encierro y la locura.
Aquella que
he estado buscando
se
manifiesta como una luz interior
que se
ilumina y que se apaga
y es como
abrir los ojos y despertar
de un sueño alcohólico:
la vida
puede ser otra cosa o puede también no serlo.
Pensar sobre la imagen de las hormigas como trabajadoras inconscientes de lo que
producen,
caminar por
la avenida con la percepción absoluta de la no pertenencia a esto.
Un tramo de
la calle no iluminado
y cierta
dificultad para salir de la cama.
También la percepción
de que algo ocurrirá, pero que no es nada,
la no-acción
malinterpretada:
algo que no
será y al mismo tiempo destruirá un mundo.
De nuevo, un
anuncio de lo que no pasará
vista en la
expresión de tu rostro
que no tiene
nada que ver conmigo
y la aparición,
hoy, donde no deberías estar
y tu
desaparición inmediata
por
incomodidad o desconocimiento.
El frío
repentino y una conversación del pasado:
caminar por
las calles de una ciudad simbólicamente tomada
(por donde
tú has estado, yo no puedo caminar).
Y una
esperanza en el futuro para decir: terminado, terminado,
terminado, terminado
O: empieza, empieza, empieza, empieza.
Enero 2015
Y al mismo
tiempo algo que queda presente
pero en un
punto indeterminado
de la
consciencia que es un lugar físico
al que
regresar en el futuro
pero que al
mismo tiempo
es una
imagen mental que se fortalece
y que
significa algo:
la luz del
flexo sobre las manos:
la sensación
evidente de derrota
y la
agorafobia, el miedo social,
la vida en
la que no ocurre nada
y la vida
imaginada.
La ciudad como
un tablero perdido.
cinco
procesos de inadaptación emprendidos,
las zonas,
geográficamente situadas,
en donde
camino como un intruso
y a cada
encuentro cedo el espacio
y nunca más
regreso:
la luz que
se cuela entre una montaña de hielo.
cualquier
intento vano de ser escuchado,
la decisión
es decir: no puede salir de mí.
Un objeto
enterrado en la playa
y un
encuentro presentido pero incómodo:
el recuerdo
transformándose
en algo que
es agradable y placentero
como una anestesia
en el pensamiento:
no será la última
vez que coincidamos
o puede que
no nos veamos en mucho tiempo.
Febrero 2015
Una niña ha
aprendido sola a montar en bicicleta en la playa
y al mismo
tiempo el movimiento de una nube que destapa el sol.
El frío se
convierte en calor, aunque solo sea por un momento,
pero anuncia
un cambio de estación que se desarrollará con el tiempo.
Dile adiós a
tu sueño del 2014
a tu sueño
del 2012.
Te recordé
(ahora eres distinta) al ver una verja rota
pero las
rutinas me dicen que lo he imaginado…
Regresar por
el camino de vuelta sin encontrar
una correspondencia
legítima:
quiero
terminar y empiezo
por una
barriada que va ordenándose:
una piedra,
la fortaleza.
13/02/2015
...................................
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar