En el principio no
existía dualidad
por eso es tan
difícil
que nos entre en la
cabeza.
Por el sol
distinguimos
entre el brillo y
las sombras
y las gaviotas son
hermosas
y nos dan miedo si
se acercan.
Hay que tener
cuidado porque en la arena,
su sombra, son como agujeros.
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